Santiago es un viejo pescador cubano. Le acompaña un joven muchacho llamado manolito, con quien el sentimiento de aprecio es mutuo, pero éste tuvo que dejarle por otros pescadores con más fortuna en sus pescas porque el viejo tenía muy mala suerte. Sin embargo, él le seguía ayudando.
Un día el viejo salió a la mar con el objetivo de
terminar con su mala racha en la pesca. El muchacho le había conseguido cebo.
Al cabo de unas horas de navegar, tras haber perdido de vista la costa, un pez picó
el anzuelo. Era un pez enorme, dispuesto a luchar hasta la muerte, si era
preciso. La barca navegó a capricho del pez mar adentro. Las fuerzas del viejo
cada vez iban a menos y predecía que el pez le podía matar, pero tenía una
fuerte determinación por conseguir sacarlo del agua, y no le importaba si tenía
que dejar su vida en el intento. Tras una larga y dura batalla, el pez tuvo la
peor suerte, y el viejo, rebosante de felicidad, ya que no creía que el pez
fuese tan inmenso, lo amarro al costado de la barca, para poner rumbo a la
costa."Era tan grande, que era como amarrar un bote mucho más grande al
costado del suyo". Todo su empeño habría sido inútil si no consiguiese
llevar el pez a tierra firme. Sin embargo, y para su desilusión, apareció un
tiburón. Cuando el escualo se acercó a comer el pez el viejo le asestó un
mortal golpe en la cabeza con su arpón. Se había librado del tiburón, pero no
tardarían en acercarse otros más siguiendo el rastro de la sangre desparramada
del pez herido. El viejo logró batirlos, pero se habían comido medio pez. Por
la noche se le acercaron más, que acabaron con él, dejando solo la cabeza, la
espina y la cola, suficientes para dar testimonio de la hazaña.
Así, llego por fin a puerto. Era de noche y no había
nadie para ayudarle a recoger. Cuando terminó se fue a su casa a dormir. A la
mañana siguiente el muchacho, muy preocupado, fue a su casa para ver cómo
estaba y le prometió que saldría a pescar con él.
Los demás pescadores reconocieron el mérito de Santiago,
al ver los restos del pez, que era un tiburón.
Jerry
Me parece curioso que un ratón pueda escribir una reseña 😶. Espero poder conocerle Sr Jerry el ratón
ResponderEliminarPd: como le va a Tom?
Interesante chascarrillo, me ha gustado cuando ha hecho uso del juego de palabras de "Jerry " (personaje ficticio de la serie Tom y Jerry) con "Jerry" (El nombre de pila de nuestro amable y genial compañero Zhaojie Cheng). Siga así. Un saludo.
EliminarQue bonita historia de superación, gracias señor jerry por esta maravillosa reseña.
ResponderEliminarIncreíble historia Jerry, está muy bien redactada pero no creo que me lea el libro, no soy fan de ese tipo de libros. Gracias por la magnifica reseña:) !
ResponderEliminarIncreíble historia Jerry, está muy bien redactada pero no creo que me lo lea ya que no es de mi gusto, gracias por la magnífica reseña de todos modos! :)
ResponderEliminarUna historia curiosa la verdad. No es el tipo de lectura que me atrae, pero parece una bonita historia sobre determinación y superación.
ResponderEliminarGran reseña! Gracias por tu aportación al blog.
ResponderEliminar(Marc Sanchis)
Eliminar(Marc Sanchis)
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Eliminar(Marc Sanchis)
Eliminar(Marc Sanchis)
EliminarMuy buenas noches, amigo Jerry, he estado últimamente en contacto con Tom, y casualmente me ha dicho que también se ha leído la obra que estás comentando en esta publicación. Sin embargo, su opinión sobre esta es parcialmente distinta a la tuya, por lo que me ha dicho que te diga de su parte que te invita a un debate civilizado y formal sobre dicha obra. Un saludo de mi parte y de la suya.
ResponderEliminarCarai!!! Que suerte la de algunos, si vuelves a ver a Tom mándale un saludo de mi parte.
EliminarBuena reseña, buen contenido y mejor escritor. Gracias
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